Iguanas Marina (Iguanidae): Te aseguramos que te toparás con estas criaturas tan pronto
como llegues a las Galápagos. Este es el único lagarto en el mundo que vive en el océano, y
tres de las especies que verás en las islas son endémicas. Verlas durante el apareamiento es
grandioso, pues su piel negra se vuelve rojo brillante cuando las iguanas quieren atraer a los machos.
Iguanas de Tierra (Iguanidae): También endémicas de las islas, estas coloridas
criaturas son igualmente espectaculares. A las iguanas de tierra les encanta el cactus
espinoso, y se paran sobre sus patas traseras para alcanzar la flor. Tienen una lengua
áspera y resistente, por lo que no necesitan sacar las espinas al cactus antes de comerlo.
Lagartos de la Lava (Iguanidae): No tan brillantes, pero igual de interesantes, estos lagartos
endémicos se encuentran prácticamente por todas partes en las islas. Algunas veces
pueden estar salpicadas de anaranjados o rojos decorando su mandíbula, y parece que
hicieran flexiones cuando tratan de cortejar a una hembra. Existen siete especies en las islas
Es imposible dejar las islas sin haberse convertido en un observador de aves. Las islas Galápagos
son famosas por la gran cantidad de aves y su evolución
El Cormoran (Phalacrocoracidae): Aquí encontrarás el único cormorán en el mundo que
no vuela. A través de los años evolucionó convirtiéndose en un gran nadador y perdiendo
su capacidad para volar. Podrás ver esta ave en el lado oeste de Isabela, el tiempo y el
viaje valdrán la pena cuando veas a este sorprendente torpedo en el agua.
Pingüinos (Spheniscidae): Este es el único pingüino de las aguas ecuatoriales (aguas cálidas),
y también el que habita más al Norte, ya que el resto se encuentran en el hemisferio Sur. Las
mayores concentraciones de pingüinos se encuentran en las islas Isabela y Fernandina, pero
si tienes suerte podrías alcanzar a ver una colonia pequeña en Bartolomé.
Albatros de las Galapagos (Diamedeidae): éste es un residente de las Galápagos; si
vienes a las islas entre abril y diciembre lo podrás ver en Santa Cruz. Es absolutamente gracioso
en el aire, y puede estar en el mar durante meses e incluso años sin tocar tierra. Pero su
manera de despegar y aterrizar resulta cómica, pues los pájaros se forman en una línea como
aviones en el aeropuerto esperando indicaciones de la torre de control. El cortejo de estas
aves también es único; vale la pena viajar a las Galápagos en octubre, cuando esto generalmente ocurre.
Piqueros (Sulidae): de patas azules, de paras rojas y enmascarados, los piqueros se encuentran
en la mayoría de las islas del archipiélago, siendo los de patas azules y los enmascarados los
más comunes. Estos increíbles buzos se sumergen a profundidades de 8 metros para atrapar sus presas.
Las Fragatas (Fregatidae): A estos sinvergüenzas no les gusta mucho pescar, mejor prefieren
distraer a los piqueros y otras aves para robarse su caza. Durante el cortejo resultan aún más
espectaculares: el macho infla una capa de piel roja debajo del pico y parece un gran globo rojo con
impresionante colorido.
Los famosos pinzones (Fringillidae): Qué sería de las Galápagos
sin los pinzones de Darwin? Mantén los ojos abiertos, pues se encuentran por todas partes y
hasta pueden comer directamente de tu mano. Existen 13 especies endémicas, diferenciadas por su
tamaño y la forma del pico.
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